Me gusta cuando votas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz te evoca,
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que mi discurso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de karma,
emerges de las cosas, llena de promesas mías.
Rebosas de ensueño, te pareces a mi nada,
y te pareces a la palabra plusvalía.
Me gusta cuando votas y buscas representante.
Y estás como quejándote, mosca en murmullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz ya te alcanza:
Déjame que te calle con el poder tuyo.
Déjame que te hable también con tu anhelo.
Rápido como una ráfaga, suspicaz y bandido.
Eres como la noche, callada y consternada.
Tu silencio me hace estrella, lejano e impío.
Me gusta cuando votas porque estás como ausente.
Expectante y dolorosa como democracia muerta.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de mi acierto.
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