viernes, 27 de febrero de 2009

Me gusta cuando votas.


Me gusta cuando votas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz te evoca,
Parece que los ojos se te hubieran volado 
y parece que mi discurso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de karma,
emerges de las cosas, llena de promesas mías.
Rebosas de ensueño, te pareces a mi nada,
y te pareces a la palabra plusvalía.

Me gusta cuando votas y buscas representante.
Y estás como quejándote, mosca en murmullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz ya te alcanza:
Déjame que te calle con el poder tuyo.

Déjame que te hable también con tu anhelo.
Rápido como una ráfaga, suspicaz y bandido.
Eres como la noche, callada y consternada.
Tu silencio me hace estrella, lejano e impío.

Me gusta cuando votas porque estás como ausente.
Expectante y dolorosa como democracia muerta.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de mi acierto.

Psicología humana.


Bueno, la psicología humana nunca fue fácil de entender...quizás tan difícil como esta foto.

Errar es humano.

Cualquier cosa hablen con mi psicólogo que con gusto no los va a atender.

No aclares, que oscurecés.


Como su nombre lo indica, esta sección busca sacar a la luz el gran interrogante metafísico.
Sí amigos, esa pregunta que todos nos hacemos en nuestra humilde existencia. 

¿Para qué me aclarás?

BUSHampoo




Había una vez un shampoo tirano, que de no ser por las vidas que se llevó, más que para rizos sería para risas. Dicen que la gente lo había elegido porque juraba reacondicionar, nutrir y dejarlos saludables. 

Con cada aplicación, se fueron dando cuenta de que las promesas de cuidado intenso perdían brillo y no eran más que efectos disciplinantes 100% comprobados.
 
Poco a poco, no sólo fue lavando las cabezas de su entorno, sino que usó sus revolucionarios métodos desarrollados por expertos, para intervenir, siempre que pudo, llevando las cosas más allá del castaño oscuro. La augurada fuerza y resistencia contra el daño, perdió su tinte y dejó al descubierto un quebradizo lado opaco. Era una embustera y falsa capa de silicona.  

Algunos argumentan que al menos alisó al rebelde, ¿a ese rebelde que buscaba su estilo?
Otros cuentan que con fábulas de fortalecimiento lo dejó seco y manejable.
Lo cierto es que muchas puntas jamás florecerían y países enteros habían sido cepillados hasta perder sus raíces.  

Nadie se percató del matiz irónico del caso, en silencio quedó la clave del asunto. Quizás porque ningún ciudadano había visto lo que traía detrás este shampoo genocida, justamente aquello que hubiese cambiado el curso de la Historia.

"Advertencia": 
  • Suspenda su uso si observa alguna reacción desfavorable. 
  • Manténgase fuera del alcance de los niños. 
  • Evítese el contacto con los ojos.